Mi relación con la música ha sido un tanto peculiar, me atrevería a decir que hasta diferente a la gran mayoría de personas que me han rodeado durante mi vida.
A diferencia de mis amigos, nunca tuve una presentación formal a escuchar música en general y/o un estilo particular, si no que lo primero que escuché es lo que escuchaban mis padres, sobre todo mi madre en inicio y mucho después mi padre.
Aunque un libro de primero pasos (Yo bebé) indica que mi canción favorita de niño era Feli’ Cumbé, realmente no recuerdo nada de ese entonces. Mi primer recuerdo es de momentos antes de ir a la escuela, donde mami ponía su música, entiéndase aquellos baladistas hispanoamericanos que eran muy famosos en esa época, entre ellos: Pecos Kamvas, Leonardo Favio, Leo Dan, los Ángeles Negros, Dyango, Braulio, etc.
Mi siguiente recuerdo puntual, habían pasado unos años y seguía sin que fuera normal para mi escuchar música, es decir, escoger que escuchar y/o pedir música de artistas, así fue hasta que Pochy Familia y su Cocoband arrasaran con el Bala Bala, siendo esta la primera vez que pedí que compraran tal o cual música.
Lamentablemente no persistió mi interés. Años después volvió a surgir un interés que se mantuvo por un tiempo. En conversación del coro del barrio un amigo hablaba de House of Pain. Ya previamente había escuchado nombre de otros artistas famosos: Method Man, Onyx, Dr. Dre (si no estoy confundido), mismo tiempo en que escuché por primera vez la palabra ‘Alternative’, para referirse a otro grupo del barrio que escuchaban un estilo de música del mismo nombre pero que sobre todo la palabra era una manera despectiva de referirse por el estilo de vida adoptado.
Pero volviendo al punto, pedí que me compraran House Of Pain con el vendedor de Cassettes que solía pasar por el colmado de mi padre, y lo cual fue todo un fiasco, pues el cassette que me dieron fue cualquier cosa menos ‘rap’, pero si era ‘música en inglés’, por suerte unos días después, luego de reclamar al ‘cintero’, pude conseguir el afamado álbum homónimo de 1992.
Escuché tanto dicho cassette que algunas personas me decían ‘jomporaun’, pues es lo que vivía balbuceando inclusive el día cuando bajando una calle mientras disfruta los remanentes de una barquilla volaba por encima del timón de la bicicleta al caer en un hoyo de alcantarilla.
Pero bueno, dolor aparte, inicié aquí. Recuerdo que un recién mudado en el barrio dijo que tenía un tío que escuchaba mucha música americana, así que le di una cinta y unas semanas después estaba repleto de clásicos del rock anglosajón, específicamente clásicos de la década de los 50’s, a los 70’s como mucho.
De ahí caí al famoso álbum de Boyz II Men, titulado II. Un amigo de la escuela lo tenía y me lo aprendí completo. Pero aún para entonces era muy esporádico el tener acceso a nueva música, salvo una que otra canción por ahí, pasaron unos años hasta que esto fue posible.
Un día mientras estaba donde un amigo escuché la canción Kiss from a Rose de Seal (“from the motion picture Batman Forever”, así la recuerdo), provenía de la casa de ‘Rokerito’, quien era uno de aquel grupo de ‘Alternatives’, “que se iban a Plaza Central a pies (desde Buenos Aires de Herrera) y se sentaban a pedir dinero”.
Pues rokerito, no recuerdo su nombre real, si me inició en la música americana formalmente, me habló de agrupaciones, canciones, etc., mucho de esto no lo recuerdo pero si que me dio acceso a nueva música. Esto al hablarme del canal de UHF, Amé canal 47. Luego de ingeniármelas para capturar la pésima señal de este canal ‘oculto’, que a duras penas se veía, pude tener mayor contacto con la música que entonces me interesaba y con mayor frecuencia.
Lamentablemente para mi no pude disfrutar por mucho tiempo de la amistad de rokerito, luego de tener toda mi vida en el barrio nos mudamos y fue para la zona oriental, que era prácticamente mudarse a otro país. Por suerte en la zona oriental la señal UHF era mucho mejor y tenía acceso no solamente a Amé, si no que ahora existía Mango TV.
Ya en la zona oriental conocí el primer amigo que tenia intereses similares a los míos, me parece que fue el que me introdujo al programa radial sabatino llamado el club 50 60 de la emisora la Rocka 91.7 FM. Conocí a sus amigos y con esto si se expandió para siempre mi interés en distintos estilos de música.
Recuerdo el instante cuando en casa de uno de esos amigos escuché un estilo que causó sensaciones en mi cuerpo. Era algo muy distinto a lo que había escuchado hasta entonces, no solo en términos del sonido de los instrumentos, también las voces sonaban muy distintas y la música creaba un ambiente a su alrededor, fue mi primer contacto con el Metal y específicamente Iron Maiden y su álbum Fear of the Dark.
Unas semanas después estaba grabando mis primeras cintas de metal, el No Prayer for the Dying (1990) de Iron Maiden y el Countdown to Extinction (1992) de Megadeth. Desde entonces (1996) nunca he dejado de escuchar metal y otros géneros de música, que curiosamente, es a través del metal que les presto atención. Ejemplo de esto es el Jazz, había escuchado hablar del mismo pero fue hasta que conocí bandas que fusionan el Death Metal con este que me interesé en escuchar exponentes del género. De igual manera ocurrió con la fusión del Power Metal y la música clásica.
Definitivamente ha sido un camino extraño, y a sinceridad, me hubiera gustado que hubiese sido distinto. Haber tenido acceso a más música y con más frecuencia. Entiendo que perdí muchos años de escucha y la oportunidad de apreciar en su época a muchas bandas.
A todo esto, la razón de este escrito es porque desde hace unos años no estaba escuchando mucha música nueva, prácticamente estaba atrapado en lo conocido, a razón de poder trabajar desde la casa he tenido la oportunidad de escuchar música con mucha más frecuencia y por más tiempo, al punto que los últimos meses debo de haber descubierto al menos unas nuevas 20 a 30 producciones que me encantan.
Y bueno, quería dejar esto escrito en algún lado.
Soundtrack: First Fragment: Gloire Éternelle (2021)